Confíe en el ritmo de crecimiento del niño.
Traducido por Fernando Olmedo, focalerta@yahoo.es
Cuidar y educar nuestros hijos es un compromiso
maravilloso y exigente, que requiere un gran esfuerzo, y a veces nos sentirnos
agobiados, confundidos, y hasta culpables. Sin embargo, como padres, aunque nos
gustaría, no debemos apresurar a los niños para que crezcan demasiado deprisa pues
no solo no conseguimos nada, sino que vamos a provocarles problemas afectivos y
psicológicos, tanto ahora como en el futuro.
Si observamos las pistas que los niños nos dan,
podremos darnos cuenta de la etapa que están viviendo y comprenderlos de la
mejor manera posible. “El niño tiene razón”, dice la autora Naomi Aldort. Es el niño quien nos indica el momento en que
se encuentra listo para dormir solo en su cama, sacarle el pañal, etc.
Tampoco se trata de ir hacia el extremo opuesto y
protegerle demasiado. A veces los niños demuestran estar listos para hacer algo
ellos solos, y los padres (sobre todo la madre) no lo aceptamos por miedo a
perder el control sobre nuestros hijos. Los extremos se tocan. Lo mejor no es
ni empujar, ni retrasar. El equilibrio está en el punto medio.
Fuente: CONOCE MI MUNDO. Berna Iskandar
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